Plan de desarrollo regional por el Pacífico colombiano

La Universidad del Valle y su aporte decisivo en la construcción del plan de desarrollo regional por el Pacífico colombiano

La Región de Administración y Planificación (RAP), a través de un comité técnico asesor del Instituto de Prospectiva, Innovación y Gestión del Conocimiento, construye un aporte sustancial orientado al mejoramiento de las condiciones de vida de la región, fortaleciendo la planificación de la inversión a nivel país.

El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, según los lineamientos del nuevo gobierno, debe responder al mejoramiento de las condiciones de vida de cada región de Colombia, atendiendo sus necesidades de transformación social conforme a las particularidades que las identifican. En tal sentido, la construcción de este Plan denominado “Pacto por Colombia, Pacto por la equidad”, se realiza bajo los esquemas asociativos de la ley orgánica de ordenamiento territorial conocida como RAP (Región de Administración y Planificación), la cual cuenta con un comité técnico asesor liderado por la Universidad del Valle, a través del Instituto de Prospectiva, Innovación y Gestión del Conocimiento.

Luis Alfonso Escobar Jaramillo, profesor y PhD. en Economía de la Universidad del Valle, explica la importancia de trabajar en la misma lógica del Departamento Nacional de Planeación (DNP) con el fin de lograr una conceptualización unificada que permita llevar hasta la base de las regiones, los ejes estratratégicos del Plan de Desarrollo Nacional: “El ejercicio realizado por la RAP Pacífico propone una planificación entendiendo que tenemos una región Andina y una región Litoral que ahora se enmarcan en las apuestas de los objetivos de desarrollo sostenible bajo las premisas de equidad, legalidad y emprendimiento que además, incluye los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) adelantados en cada uno de los departamentos que integran la región Pacífico”.

Santiago Arroyo Mina, director de Centralización y Desarrollo Regional del Departamento Nacional de Planeación y profesor de la Maestría en políticas Públicas de la Universidad del Valle, resalta la importancia de este documento como un insumo en la construcción del nuevo Plan de Desarrollo Nacional traducido en una ruta que permite identificar dentro de la región Pacífico, las subregiones y sus diferentes vocaciones productivas. De tal manera, que las comunidades y poblaciones sean impactadas de forma positiva con el desarrollo de los proyectos.

Leonardo Solarte Pazos, director del Instituto de Prospectiva, Innovación y Gestión del Conocimiento, y profesor de la Universidad del Valle, subraya el acompañamiento que hace la academia en la construcción de esta propuesta, definida como un derrotero con visión estratégica de desarrollo 2030 con un foco inicial 2022, la cual identifica cuáles son los factores que generan cada vez mayor divergencia en indicadores y variables asociadas a educación, salud, servicios públicos, y en general temas relacionados con crecimiento económico, productividad, infraestructura vial y conectividad, entre otros. “Es posible hacer un aporte sustancial al mejoramiento de las condiciones de vida de la región fortaleciendo la planificación de la inversión a nivel país, sin embargo, para trascender lo conceptual, es imprescindible mantener una mirada lateral, una perspectiva que logre priorizar las apuestas en términos ambientales, sociales, productivos y especialmente institucionales, que disminuyan las desigualdades en nuestras regiones. De ser aceptado, el plan tiene como fecha de aprobación mayo de 2019 y a partir de ahí se convierte en la ley más importante de los próximos cuatro años”, asegura Solarte Pazos.

Álvaro Benedetti, asesor de la RAP, asegura que luego de consolidar la información y presentar el documento base para el desarrollo del plan, la Universidad del Valle confirmó su importancia como el centro de pensamiento que avala y aporta desde sus distintos frentes de acción, proyectos e iniciativas de interés territorial con impacto nacional.

La RAP Pacífico, a partir de febrero de 2018, con el apoyo de la FDI (Fundación para el Desarrollo Integral del Pacífico), continua en la construcción de un documento que representa los intereses de la región con base en diversos análisis, producto de acercamientos y ejercicios realizados con distintos actores que incluyen sociedad civil (comunidades, organizaciones de base) y empresa privada.