Por este motivo, nació el proyecto “Aire limpio para Cali”, una iniciativa que une a la Alcaldía, a través del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente – DAGMA, la CVC y el Instituto de Prospectiva, Innovación y Gestión del Conocimiento de la Universidad del Valle.

El programa Aire Limpio es una propuesta que busca identificar las causas de los principales problemas relacionados con las emisiones y su impacto en salud, el diagnóstico y mejoramiento del Sistema de Vigilancia de Calidad del Aire, la implementación de un plan de acción y medidas para reducir la contaminación y la evaluación de las acciones adelantadas.

“Esta es la hoja de ruta que hemos construido colectivamente, con la ayuda de la Universidad del Valle y el Instituto de Prospectiva, para que sigamos asegurando un aire limpio en Cali. La ciudad tiene una buena calidad de aire, pero los indicadores y la megatendencia del aumento del transporte individual, por encima del colectivo, hace que estemos en alerta”, indicó Luis Alfonso Rodríguez Devia, director del DAGMA.

Por su parte, el profesor Leonardo Solarte Pazos, director del Instituto de Prospectiva, señaló que “la CVC y el DAGMA convocaron al Instituto para que ayudara en la formulación de una política ambiental relacionada con el aire limpio para la ciudad. Estas instituciones ya venían trabajando en esto, pero era necesario generar un encuentro de opiniones entre los actores de ciudad, que permitiera consolidar y priorizar las apuestas”.

El Instituto de Prospectiva convocó expertos académicos, miembros de la comunidad, gremios e instituciones y, por medio de talleres y análisis de documentos, construyó una propuesta de política, con un plan de acción con cuestiones prioritarias para la ciudad.

“Lo más importante de esta iniciativa es que es un intento de integrar las normas regionales vigentes con el Plan de Desarrollo Municipal”, mencionó el profesor Solarte Pazos.

Entre las medidas a implementar se encuentran: modernización del parque automotor; reconversión de vehículos a combustibles más limpios; integración de políticas de desarrollo urbano, transporte y calidad del aire; fortalecimiento de la educación ambiental, investigación y desarrollo tecnológico; pavimentación de calles y avenidas; reforestación de áreas afectadas por la erosión, entre otros.

El plan de acción está contenido en cuatro categorías que determinan su respectiva estrategia, las cuales son: Fuentes Fijas, Fuentes Móviles, Calidad de Aire y Salud Ambiental.

“Las estrategias que se resaltan para Fuentes Móviles, teniendo en cuenta que son los principales aportantes a la contaminación, tienen que ver con la implementación de logística sostenible para la ciudad, en ellos se contemplan, los planes de distribución con bajas emisiones y la capacitación en prácticas de conducción eficiente para proveedores logísticos. A su vez, para el sector empresarial se presentan ciertos planes de movilidad sostenible dirigido al transporte público, transporte especial, transportes escolares y transporte de ambulancia”, indicó el director del DAGMA.

“Para las Fuentes Fijas se fortalecerá el programa de carbono neutro a través de la asignación de estímulos y reconocimientos ambientales y además, la promoción de programa de eficiencia energética y cambio tecnológico”, agregó el funcionario.

El DAGMA cuenta con un Sistema de Vigilancia de la Calidad del Aire que opera con nueve estaciones automáticas, que se han venido fortaleciendo y actualizando. Éstas son: La Flora, Compartir, Univalle, Pance, Cañaveralejo, Transitoria, Ermita, ERA-Obrero, Base Aérea- Acuaparque y el Centro de Control.