El objetivo fue generar un ambiente de discusión entre académicos y el público en general, a partir de la siguiente premisa: Ante la proliferación de escándalos y corruptelas en Colombia, y en casi todo el mundo, ¿cuáles pueden ser las soluciones que los formadores de profesionales pueden proponer?

Rodrigo Muñoz.

El profesor Rodrigo Muñoz de la Universidad EAFIT, expositor invitado, insistió en la importancia de los estudios organizacionales sobre los administradores para disminuir el fenómeno omnipresente de la corrupción en la realidad colombiana, y a nivel mundial, ante la evidencia de numerosos escándalos en poco tiempo y casi al unísono con otros países. Muñoz señaló lo siguiente:

“En Colombia a nivel político se vienen destapando innumerables y vergonzosos casos durante los últimos cuatro gobiernos. Por ejemplo, los tres magistrados que han sido un escándalo mayor y el caso del fiscal anticorrupción. El colmo que el corrupto más corrupto, vigile a los corruptos del país y sea de alguna manera su guardián. Es necesario preguntarse por qué si hoy en día hay mayor nivel de profesionales diplomados sobre todo en administración, continúa aumentando el nivel de corrupción y malos manejos, lo que podría concluirse es que algo anda mal en la educación, porque hay un sustrato ideológico inmoral en la educación que promueve el todo se vale y el todos contra todos.

Hay dos filosofías que rigen hoy el mundo, en función de eso: la primera, es el abstraccionismo científico o positivismo, relacionado con la conexión en administración como formalismo metodológico. No hay una pertinencia social porque no hay conexión con sus repercusiones en la sociedad, en otras esferas, en lo cultural, etc., no hacen parte del proceso de conocimiento. En el caso de la administración, básicamente se ha centrado en procedimientos, modelos, recetas, fórmulas y ese idealismo tecno-matemático que es la administración que enseña a gestionar, pero desde la perspectiva de lo meramente instrumental. En esas condiciones los administradores no forman un vínculo realista, responsable entre su carrera y el mundo social. No hay conexión deliberada y ellos no la construyen si no hay quien coadyuve en ese proceso.

La segunda, es de carácter económico. Esta ideología dominante propone la globalización a todo precio y somete las soberanías nacionales a su ideología, rompiendo todas las barreras para la desinstitucionalización de los países. Es decir, la reducción del Estado para que las mercancías circulen sin ningún problema, traducido en la privatización de lo público, en la mecánica capitalista. Bajo esta visión lo que importa es hacer que los estudiantes desarrollen habilidades de negociación, habilidades de transacción y que ese gerencialismo se imponga a toda la sociedad para hacer que todas las relaciones se tomen en modo mercantil. Bajo esas dos filosofías, lo único que importa es lo cuantitativo, lo económico, entonces hay que adaptar los medios a esos fines y la adaptación resulta ser en torno a los conocimientos, los métodos y los procesos que terminan siendo el contenido de la formación de las profesiones”.

Luego los profesores Leonardo Solarte Pazos de la Facultad de Ciencias de la Administración de la Universidad del Valle y Ayuzabet de la Rosa Alburquerque de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, reflexionaron y presentaron sus conclusiones sobre las posibles construcciones que solucionen desde la academia el tema presentado.

Leonardo Solarte Pazos, director del Instituto de Prospectiva, Innovación y Gestión del Conocimiento

“Un grave problema que presentan los estudios de la administración es la instrumentalización descontextualizada de lo que es la sociedad, lo que es el medio y la verdadera misión de las organizaciones dentro del mismo capitalismo y liberalismo. Estudiamos cinco años de carrera administrativa y tres años de postgrado, no vemos a las organizaciones como una suma de individuos, sino que estamos en una abstracción del concepto organizacional como algo etéreo que tiene objetividad en sí mismo pero que no está hecha de personas, sino de procedimientos administrativos y modelos gerenciales. Me parece que los programas de administración, deben empezar por agregarle importancia a los individuos en las organizaciones, debe empezar a concebir las organizaciones como una suma de personas no de entes abstractos construidos a partir de métodos y sistemas”.

Rosa Alburquerque, Universidad Autónoma Metropolitana de México

“Coincido con el profesor Rodrigo, efectivamente en administración hay un problema, porque al ser una disciplina tan abstracta, deja de lado el poner en escena estos problemas de manera implícita-explicita para la formación de los administradores. En este sentido, me parece que cinco aspectos son importantes y pueden ser posibles: 1) Un primer elemento tiene en cuenta que la corrupción la llevan a cabo los seres humanos, por tanto, es necesario introducir desde el nivel de pregrado, cursos de ciencias humanas en la línea de Alain Chanlat; 2) incluir desde el pregrado la teoría social; 3) introducir a nivel de pregrado, toda la corriente denominada los estudios críticos de la administración e introducir la corrupción como tema; 4) el estudiante debe adquirir el conocimiento de forma integral y no fragmentario de la realidad, no sólo en administración sino en otras disciplinas; 5) los estudios organizacionales también serían útiles para estudiar los fenómenos de la corrupción, desarrollando una perspectiva organizacional, dándonos detalles de cómo contrarrestar la corrupción”.

Lea también sobre el lanzamiento del libro “Tratado de Estudios Organizacionales” en el siguiente link: http://www.univalle.edu.co/lo-que-pasa-en-la-u/tratado-de-estudios-organizacionales/